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El precio del rodio ha alcanzado los 8.000 dólares por onza.
El precio del rodio, un metal extremadamente raro utilizado en la industria automotriz, mantiene la subida iniciada hace ya varios años, aumentando un 32% en lo que va de año y registrando su máximo desde 2008, informa Bloomberg.
Este metal del grupo el platino, usado en la construcción de catalizadores de coches, se ha encarecido en un 225% en un año y su precio se ha multiplicado por 12 en los últimos cuatro años, superando el de las principales materias primas debido a la creciente demanda del sector automotriz y al endurecimiento de las normas de emisión para los automóviles.
El precio del metal alcanzó los 8.000 dólares por onza el viernes pasado, según la empresa química Johnson Matthey, y algunos expertos no excluyen que pueda llegar a los 10.000 dólares, una cifra que ya se registró en 2008.
«La mayor causa alcista para principios de enero fue la demanda física en Asia, probablemente también relacionada con los automóviles. Las compras alentaron más compras y el efecto fue masivo en el mercado no regulado, causando una dinámica de precios vista probablemente solo en una década», comentó Andreas Daniel, corredor de la refinería Heraeus Holding.
Invertir en rodio es más difícil que hacerlo en otros metales precisos porque no se vende en las bolsas. El mercado de rodio es considerado como limitado y la mayoría de los negocios se efectúan entre los suministradores y usuarios industriales.
Este producto de la minería del platino y el níquel es el metal más caro del mundo. Una tonelada de corteza terrestre contiene tan solo 0,001 gramos de rodio, un material caracterizado por su alto punto de fusión y propiedades anticorrosivas destacables.
Sus propiedades reflectantes se aprovechan en artículos como espejos, reflectores y joyas. Los mayores productores de rodio son Sudáfrica, Rusia y Canadá.
El reciclaje de metales es un proceso beneficioso tanto para el medio ambiente como para la industria, ya que permite obtener materia prima de una forma mucho más eficiente que la elaboración de nuevo material. Esto se debe a que los metales pueden ser reciclados infinitamente, sin que sus propiedades se degraden, reduciendo significativamente la huella de carbono y la utilización de energía y recursos por parte de las empresas que utilizan estos materiales.
Hay dos categorías principales: Metales férricos y metales no férricos. Los primeros contienen un porcentaje de hierro en su composición, mientras que los segundos, no. Dentro de los metales no férricos encontramos el aluminio, el cobre, el níquel, el plomo, el zinc, la hojalata, entre otros, además de los metales preciosos (oro, platino, plata, iridio, paladio…)
A continuación os dejamos algunas cifras sobre el reciclaje de metal para comprender mejor sus beneficios , así como el camino que nos queda por recorrer para lograr una relación más sostenible con el medio ambiente:
El reciclaje de aluminio requiere 95% menos energía que la elaboración de material virgen.
El reciclaje de cobre requiere 90% menos energía que la elaboración de nuevo material.
El reciclaje de acero ahorra un 56% de energía con respecto a la elaboración de material virgen.
El acero es el material más reciclado en el mundo. La principal fuente de reciclaje de este metal son los automóviles fuera de uso.
Actualmente solo el 30% del metal está siendo reciclado.
400 millones de toneladas de metal se reciclan anualmente en el mundo.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente realizó un estudio sobre la tasa de reciclaje de 60 metales. De ellos, menos de un tercio tenía una tasa de reciclaje superior al 50% y 34 de estos metales tenían una tasa de reciclaje inferior al 1%.
El acero, el platino, el oro y la plata tienen tasas de reciclaje superiores al 50%. Sin embargo, la fuente de material reciclado varía: Mientras el oro de aplicaciones industriales tiene una tasa de reciclaje entre el 70% y el 90%, solo un 10-15% del oro de aparatos electrónicos es reciclado actualmente.
Según el informe mencionado del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente las tasas de reciclaje de metal son “desalentadoramente bajas”, lo cual es aún más frustrante cuando consideramos que los metales son “inherentemente reciclables”.
En Recimetal Bakiola creemos que cuidar y preservar el medio ambiente es responsabilidad de las empresas y las personas para poder tener un futúro. Por eso, tanto si eres una empresa como un particular, contáctanos y te asesoraremos para realizar una correcta gestión de tus residuos.
Fuentes: The Balance, American Iron and Steel Institute, UNEP.
También es obvio que el mundo en el que nos movemos es cada vez más global, transversal e interconectado. Para plantear modelos de negocio con vocación de éxito real y a la rentabilidad, hemos de pensarlos de manera holística y, por supuesto, desde la innovación.
En el ámbito en el que Recimetal Bakiola nos movemos, esto es, el ciclo de vida de los aparatos eléctricos y electrónicos, la correcta getión de estos es un bloque de construcción de la economía circular, respuesta estratégica para lograr un flujo circular de los materiales (recursos-productos-recursos reciclados) en una era de materiales y combustibles caros. En este marco, como no puede ser de otro modo, la innovación es fundamental para posibilitar nuestros procesos en clave de economía circular.
Quisiera llamar la atención en dos momentos del ciclo de vida de los aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE): el momento del diseño y de la fabricación, y el momento del reciclado de los aparatos al final de su vida útil.
El primer momento va a permitir el diseño de piezas que faciliten la reparación o su sustitución, y también va a facilitar y posibilitar una adecuada reciclabilidad del producto o su preparación para la reutilización. En Fundación Ecolec colaboramos con los fabricantes para que puedan elaborar eficazmente un Plan de Prevención de Generación de RAEE y, a través de estos planes, que han de ser trianuales, nos centramos en aplicar medidas en relación con el empleo de materiales (cantidad, resistencia), diseño y mantenimiento de los productos.
El segundo momento no es menos importante: gracias al empleo de las mejores técnicas disponibles (MTD) por parte de las instalaciones de reciclado y valorización, podremos obtener una mejor separación de los diferentes materiales (cobre, aluminio, hierro) que forman parte de los aparatos eléctricos y electrónicos, algunos de difícil acceso en la Unión Europea, y ya no solo alcanzar los exigentes objetivos de reciclado y valorización de la normativa europea (un mínimo del 85% de los materiales y componentes de los aparatos eléctricos y electrónicos), sino aprovechar esos recursos y no tener que extraerlos de la naturaleza, con las pérdidas económicas y medioambientales que ello supone.
Si atendemos a las previsiones de Naciones Unidas, cada año se generan unos 50 millones de toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en todo el mundo, lo que la convierte en la basura que más rápido crece en la actualidad. Esta realidad es una oportunidad de «minería urbana», es decir, una forma de «acercar» los yacimientos minerales y reducir la extracción de materias primas de la naturaleza mediante procesos mineros, y reducir los costes de energía y consumo de agua, entre otros.
Debemos ser conscientes de que la sostenibilidad y la eficiencia en el uso de los recursos, las únicas vías para garantizar la supervivencia de nuestro planeta, pasan por un empleo intensivo de la innovación en los momentos clave del ciclo de vida de los aparatos eléctricos y electrónicos: así lo creemos en Recimetal Bakola.
Desde Recimetal Bakiola ofrecemos nuestro servicio logístico de recogida de metales, con sistemas de pesaje para transportar y reciclar todos los hierros, metales y chatarra que puedan generar talleres y empresas.
Las empresas nos solicitan contenedores para almacenar los residuos metálicos que producen y desde Recimetal Bakiola nos desplazamos para su recogida cuando se llenan.
Disponemos de contenedores de distintos tamaños, para ajustarse a la mercancía, necesidades y espacio disponible.
¿Por qué es importante contar con una empresa de gestión de residuos metálicos?
En la actividad diaria de muchas industrias, pequeñas plantas de reciclaje o talleres, se generan cantidades importantes de residuos que deben ser tratados. Con el servicio de recogida de residuos metálicos que ofrecemos, tendrás la comodidad que buscas en la gestión de residuos, con total transparencia y un buen servicio.
En todos estos años de recuperadora de metales, hemos conseguido afianzar una fiel cartera de clientes que en Recimetal Bakiola han encontrado su mejor servicio de recogida de metales y chatarra.
Contactenos y pida presupuesto sin compromiso.
Hace tiempo que la potente imagen de una cueva de cuyo orificio emana una pila de coches herrumbrosos es popular en las redes sociales. Apodada como ‘Cavern of Lost Souls’ (la Caverna de las Almas Perdidas) es un sitio predilecto para los amantes de los lugares abandonados, exploradores y youtubers, que descubrieron el lugar hace tan solo unos años.
Esta oscura cueva de 30 metros de profundidad, ubicada en Gales, alberga cientos de coches -y electrodomésticos- que una despreocupada población decidió tirar en los años 60. Una historia con toques de misterio y un sabor agridulce.
Esta cueva, ubicada bajo una montaña de Ceredigion, Gales, formaba parte de la antigua mina de pizarra de Gaewern, que fue abandonada en los años 60-70, tras 124 años de explotación. Los trabajos en Gaewern fueron subterráneos con algunos trabajos abiertos, establecidos alrededor de 1820.
Y como el desprecio del ser humano -de algunos seres humanos- por el medio ambiente no tiene límites, los habitantes de Corris Uchaf, al sur del Parque Nacional Snowdonia en Gwynedd, Gales, encontraron esta cavidad natural un lugar perfecto no solo para abandonar vehículos, sino también electrodomésticos y chatarra.
Las extensas canteras de pizarra que rodean el pueblo son su característica histórica más destacada, y ahora es más conocido por albergar este lugar, que fue descubierto hace tan solo unos años.
Por desgracia también los alrededores y la entrada de la cueva están repletos de neumáticos y otros desechos.
Las fotos que recoge el Daily Mail del explorador Gareth Owen muestran un lugar espectacular en el que la luz juega con las afiladas paredes de la maltrecha cueva.
Según han descrito las personas que han visitado el emplazamiento, la visita a la caverna está lejos de ser una actividad segura, pues es habitual que se desprendan trozos de pizarra y su acceso, debido a la profundidad, es muy resbaladizo e inestable.
Sin mencionar la toxicidad del ambiente, claro.
La mayoría de los vehículos almacenados tienen matrículas de hace 40 o 50 años, y de momento no parece que las autoridades tengan entre sus planes rehabilitar la zona.
Fuente: https://www.motorpasion.com/otros/cueva-almas-perdidas-mina-abandonada-que-hombre-convirtio-cementerio-clandestino-coches
Es difícil visualizar a las primeras la relación que existe entre la chatarra y la preservación del medio ambiente. Esto a menos que se agreguen a la ecuación las palabras “reciclaje” y “reducción de emisiones de CO2”.
La recuperación y transformación de la chatarra es uno de los negocios de mayor crecimiento en el planeta. También es una de las acciones más puntuales para que cualquier ciudad o provincia, por modesta que sea, contribuya de manera eficaz con la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en el mundo.
Es una nueva forma de ver a la chatarra con una etiqueta verde, en medio del gris y ocre del acero, el hierro, aluminio y otros materiales que pueden ser reciclados una y otra vez, sin menoscabo de su calidad.
¿Qué es el CO2?
El CO2 es el principal causante del calentamiento global. Mientras en Europa los niveles de este gas se redujeron en 2018 en un 1,3% y supusieron un 11,94% del total de las emisiones globales, en el resto del mundo la generación de dióxido de carbono sigue elevándose.
De acuerdo con el último informe anual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la demanda energética mundial acelera la progresión del CO2 al 1,7%. En 2018 estas emisiones alcanzaron un nivel récord de 33.143 millones de toneladas de CO2, en buena parte por la creación de nuevas centrales de electricidad con carbón en China, Estados Unidos y la India.
Según la AIE, la eficiencia energética, el mayor uso de tecnologías renovables y una menor demanda de carbón pueden revertir la tendencia, tal como se logró entre los años 2014 y 2016.
La chatarra y sus ventajas regenerativas
La chatarra es todo aquel material, equipo o máquina de desecho que se compone de partes o sustancias metálicas viejas o en desuso, especialmente de hierro. El origen de la palabra proviene del euskera, “txatarra”, y significa “lo viejo”, según la Real Academia Española.
La chatarra se puede clasificar en metales férricos que provienen del hierro, acero y otros materiales, y los no ferrosos, que agrupan a otros metales como restos de aluminio, cobre, zinc, plomo y níquel.
Las ventajas regenerativas de estas piezas, partes, aparatos y equipos “viejos” son aprovechadas por las crecientes industrias de recogida y reciclaje de chatarra que funcionan en buena parte de España.
En provincias como Bizkaia, iniciativas como las de Recimetal Bakiola son un ejemplo de lo útil y eficiente que es la industria de la chatarra para una mejor gestión de los desechos no biodegradables. Mediante contenedores y camiones especiales para retirar, transportar, fundir y transformar la chatarra, este tipo de empresas contribuyen a reducir la huella de CO2 en el planeta.
Las recolectoras, deshuesadoras y fundidoras de chatarra contribuyen a una mayor generación de conciencia sobre la importancia del reciclaje.
Estas son cinco de sus ventajas:
Reduce la acumulación de basura: incluye la clasificación, recogida y recuperación de piezas que de otra forma terminarían apilándose en montañas en basureros y vertederos, sin posibilidad de un nuevo uso.
Es una industria sostenible y en crecimiento: según el Observatorio Sectorial DBK, en 2017 se reciclaron en España 20 millones de toneladas de residuos sólidos, de los cuales 60% provinieron del reciclaje de metales y chatarra.
Ahorra energía y es eficiente: para reciclar metales se invierten entre dos y diez veces menos energía que la usada para extraer los metales en su origen (la mina).
Preserva los recursos naturales: de acuerdo con el PNUMA, cada extracción de metal de la tierra consume el 7% de la energía que contribuye al calentamiento global. Cada tonelada de chatarra reciclada ahorra recursos naturales.
Reduce la contaminación: la gestión de la chatarra disminuye la contaminación del agua y aire. En este grupo, el acero encabeza la lista del material más reciclado en todo el mundo.
En conclusión, mientras más volumen de chatarra se recicla, menos serán las emisiones de CO2 que terminarán en la atmósfera. En el caso del acero, cada envase reciclado equivale a 1,5 veces su propio peso, lo cual se incrementa exponencialmente con cada reutilización de la misma materia prima.
Ahora, pensando un poco más en el medio ambiente que hace años, la Administración pretende que en 2015, se pueda aprovechar el 95% del coche. Según la Asociación Española para el Tratamiento de los Vehículos Fuera de Uso (SIGRAUTO) y la Federación Española de la Recuperación (FER), España al menos recupera actualmente el 95% de todos los vehículos que han dejado de funcionar, mientras que la media europea ronda el 85%.
El camino hacia la reencarnación, con ruedas o sin ellas, pasa por el proceso de descontaminación al que todos los desguaces se han tenido que abonar por ley. Para cumplir la norma, estos centros deben hacerse cargo del coche que reciban dado de baja definitiva, y garantizar que va a ser convertido en chatarra. Al hablar de cómo se recicla un coche, no importa que se trate de una unidad del popular Seat Panda en su típico color cremilla o un prototipo de Ferrari único en el mundo pintado de un color exclusivo: si un vehículo entra en un desguace, debe ser prensado sin remedio. Eso sí, desprovisto de todos los elementos que se puedan vender o reutilizar.
Cómo se recicla el resto del coche
Cuando un vehículo ya no tiene motor, líquidos, neumáticos, batería, plásticos, ni ninguna otra pieza que se pueda (o quiera) aprovechar, se envía a la prensa para convertirlo en chatarra. El problema es que separar todos los “no metales” es algo costosísimo en tiempo y dinero, y los desguaces tienen de todo menos paciencia.
Coches prensados
Cuando un vehículo se prensa definitivamente, viaja luego en forma de chatarra a una empresa especializada, que se encarga de quitar las impurezas y fundir los restos. De esta manera, se consiguen nuevos metales, muy útiles para fabricar mallados de refuerzo de obras y carritos de la compra (acero); lavadoras y coches más ligeros (aluminio); cables y alambres buenos conductores de electricidad (cobre), entre otros.
Neumáticos
Antiguamente, los neumáticos se quemaban en torres para hacerlos desaparecer, pero debido a su gran poder contaminante, ahora se recauchutan para seguir rodando, se les despoja de las cámaras y de los alambres para hacer columpios o se usan tal cual como topes en garajes y embarcaderos.
Debidamente triturados, son excelentes aislantes en planchas para establos y polideportivos. Hace tiempo, el Gobierno español empezó a hacer reformas legales para que se trate obligatoriamente el 98% de las 35.000 toneladas de gomas que se tiran cada año antes de 2008 y que el 50% se use para hacer carreteras (más silenciosas y duraderas).
Motores y baterías
Si una pequeña pila de transistor puede contaminar un tramo entero de río debido a su alta condensación de mercurio o litio, imagina lo que puede hacer también una batería con su contenido en ácido sulfúrico y plomo. El fabricante Varta ha desarrollado un proceso dentro de hornos especiales para obtener sulfato de sodio (empleado durante la producción del cristal o añadido al detergente para hacerlo más granulado).
El plomo se usa en los refrigerantes de las neveras, en medicina nuclear como protector antirradiaciones, como lastre para los submarinistas, en los cimientos de edificios preparados contra terremotos…
Conclusión
Parece que el futuro pasa obligatoriamente por volver a usar todo lo que ya no sirva. En la ropa, el reciclaje es una moda; en el arte, una ¿nueva? forma de expresión. Pero en el caso del reciclaje de un coche, se trata más bien de una necesidad urgente. Resucitar un vehículo supone un ahorro importante de espacio (hay pueblos españoles en los que los cementerios de coches son mucho más grandes que los de personas), de energía y de dinero. Aunque se vaya por el buen camino, aún queda mucho por hacer. Pero si hemos logrado aquí dar vida a un trozo de plastilina (que entre otras cosas se deriva también del petróleo), resucitar el planeta con el reciclaje de automóviles no debe de ser una tarea imposible, ¿no?
Cada millón de teléfonos móviles usados permite la recuperación de “casi 16.000 kilogramos de cobre, 350 de plata y 35 de oro” porque “sólo un 20 % de estos desechos se reciclan”, según un comunicado de la empresa de reacondicionamiento digital Back Market.
Con el objetivo de recuperar esos metales, esta plataforma digital ha lanzado junto con los orfebres de la joyería holandesa Nowa el proyecto “G.old”, una colección de joyas recicladas que además pretende concienciar sobre el problema de la basura electrónica.
El oro, la plata y el cobre recuperados de los móviles recogidos en vertederos africanos serán reciclados “de forma responsable en Europa“, en forma de colgantes bañados en oro y plata que serán puestos a la venta en diversos países europeos, incluido España.
“Además de dar una segunda vida a los celulares, estamos convirtiendo un desecho en un producto valioso“, ha explicado el cofundador de Back Market, Thibaud Hug de Larauze, quien insiste en que la colección demostrará que “un producto reciclado puede ser también sinónimo de calidad y belleza“.
Junto con las joyas, los clientes recibirán unas tarjetas explicativas con información detallada que les informará sobre los materiales con los que están fabricadas y el origen de los mismos.
La basura electrónica aumenta un 8% cada año a nivel mundial, según un estudio publicado por la Universidad de las Naciones Unidas con sede en Tokio, lo que la convierte en “un residuo que ya crece tres veces más rápido que cualquier otro desperdicio sólido“.
Fuente: https://www.efeverde.com/noticias/proyecto-reciclaje-convertira-los-metales-moviles-usados-joyas/
“No es necesario extraer metal virgen de una mina, ahora lo tenemos mucho más a nuestro alcance”, señala Alicia García-Franco, directora general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER). García-Franco se refiere al que se conoce como minería urbana, que consiste en recolectar metal en desuso para su reciclaje y reincorporación como nueva materia prima.
“Se la llama urbana porque la chatarra se encuentra, principalmente, en las ciudades y polígonos industriales”, explica Jorge Sánchez Cifuentes, responsable de sostenibilidad en e-distribución, la filial de distribución eléctrica de Endesa. Sólo el stock de aluminio en las redes de e-distribución equivale al 120% de la producción anual de este metal en España. En concreto, el stock de aluminio, cobre, acero y hierro de la red de la compañía alcanza las 908.000 toneladas, que serán recicladas en su totalidad una vez finalicen su ciclo de vida, aseguran desde la empresa.
“Llevamos tantos años extrayendo metal, que hay estudios que sostienen que ya hay más fuera que bajo tierra o, al menos, metal que sea extraíble fácilmente”, añade Sánchez Cifuentes. Sin embargo, el responsable de e-distribución reconoce que “la extracción aún sigue siendo necesaria”. El único caso en que el 100% del metal procede del reciclaje es el plomo, según datos facilitados por la FER.
En cuanto a los demás metales mayoritarios, el 80% del cobre que utiliza la industria es reciclado y, en el caso del aluminio y el acero, el porcentaje es del 75%. Es decir, más de tres cuartas partes del plomo, cobre, aluminio y acero que se usa procede del reciclaje.
La directora general de la FER explica que mejorar estos datos depende de la demanda. “El metal se puede reciclar indefinidamente sin perder su calidad ni sus propiedades, pero si hay más demanda que material ya disponible es preciso extraer recursos nuevo”, explica García-Franco.
Menos gases de efecto invernadero
Reciclar aluminio en lugar de optar por la extracción supone un ahorro energético del 95% y evita la emisión de 3,54 toneladas de CO2 por cada tonelada reciclada
El directivo de e-distribución señala que “ya es económicamente más viable utilizar metales reciclados que extraer nuevos recursos, en muchos casos”. En concreto, reciclar aluminio en lugar de optar por la extracción supone un ahorro energético del 95%, según datos de la de la Oficina Internacional del Reciclaje (BIR, por sus siglas en inglés). En el cobre, el ahorro es del 85%; en el hierro y el acero, del 74%; y, en el plomo, del 65%. Para que se hagan una idea: al reciclar una lata de aluminio se ahorra la energía suficiente para hacer funcionar un televisor durante unas tres horas o bien para hervir suficiente agua para 20 tazas de té.
También supone una importante reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases causantes del calentamiento global. “Por cada tonelada de aluminio producido, se evita la emisión de 3,54 toneladas de C02”, afirma García-Franco. Para el cobre, el ahorro es de 0,81 toneladas por tonelada; para los materiales férricos, de 0,97 toneladas; y, para el plomo, de 1,61 toneladas.
Una mina con cinco grandes galerías
Las minas urbanas constan de cinco grandes galerías: automoción, construcción, industria, comercios y servicios, y consumidores. En la primera se recuperan los metales de los vehículos viejos, también de las baterías y neumáticos. En construcción, se busca entre las runa de los edificios demolidos y de las reformas. En industria, encontramos maquinaria en desuso, pero también aparatos como trenes, aviones o barcos viejos. Algunos comercios y servicios también son una fuente de metal reciclado, por ejemplo, los talleres mecánicos. Finalmente, los consumidores y usuarios son parte de la mina al depositar envases de aluminio al contenedor amarillo o al llevar una lavadora estropeada a los centros de recogida habilitados.
Estos residuos son recogidos, transportados y gestionados por las más de 5.000 empresas especializadas existentes en España. El sector ocupa a más de 33.000 personas de forma directa y supone un volumen de negocio superior a los 10.000 millones de euros, cercano al 1% del PIB nacional.
Fuente original: https://www.lavanguardia.com/natural/si-existe/20200124/473032935671/reciclaje-metal-minas-urbanas-brl.html