Cómo reciclar un barco oxidado
La arquitectura del barco oxidado
Muchos puertos de nuestras ciudades están llenos de barcos oxidados, sin uso, que no irán a ninguna parte. Unos se venderán algún día como chatarra, otros abandonados a su suerte para evitar los gastos de desguace o impuestos acabaran en algún lugar inhóspito olvidado de la mano del hombre y otros por el entramado administrativo y legislativo aún les quedan muchos años de ver el amanecer del Sol.
Pero en la era de la sostenibilidad ambiental hay quien prefiere reciclarlos con un poco de imaginación creativa para transformarlos en un elemento útil del paisaje urbano.
En Seúl, hay un pabellón temporal que extrañamente se ha montado en un día. No porque sean los más rápidos en ejecutar obras, qué lo son! A la vista de las noticias que corren por la red. Es más una aptitud de reciclaje coherente ante un problema de dimensiones descomunales… Qué hacer con un barco oxidado?… pero de los grandes.
Construir un pabellón con un barco literalmente al revés, bueno, sólo una parte del barco… No teníamos más espacio! Promulgan los arquitectos, inspirados en una comparación que izó el afamado arquitecto Le Corbusier entre grandes estructuras arquitectónicas y edificios con los grandes barcos que surcaban los mares.
“Las ventajas de utilizar barcos oxidados como elementos que enmarcan los paisajes arquitectónicos son muchas, aunque no lo parezca. Una estructura sólida y rígida que además proporciona una visual excelente gracias a la simetría de su estructura y arquitectura.
Una estética de longevidad, aparenta tener más años que los edificios colindantes. El respeto ambiental, el barco utilizado llevaba 35 años en espera para ser desmontado. La posibilidad de reutilizar el pabellón temporal en otro lugar sin necesidad de un gasto importante. Y todo, gracias al poder del reciclaje”… Comentan los arquitectos.
El proyecto ha sido fruto de ser galardonado como mejor propuesta en el concurso internacional del MoMA Young Architects Program (YAP) para jóvenes arquitectos.
El espacio interior está diseñado como un área abierta conectada a un volumen más grande, donde encontramos un lugar de descanso rodeado de vegetación. El barco está ahuecado por esferas conectadas que configuran un refuerzo estructural mínimo con el fin de mantener su forma.